Los rellenos faciales permiten reestructurar y redefinir la cara para mejorar el aspecto envejecido que se da con la caída de los tejidos y la piel al pasar el tiempo. El ácido hialurónico se utiliza como relleno, ya que cuenta con la capacidad de retener líquidos y agregar el soporte que se ha perdido con el paso de los años.

El ácido hialurónico se aplica en pequeñas inyecciones en las zonas a tratar, asegurando un resultado natural y personalizado. Además de corregir las arrugas (cara y manos), puede ser utilizado para corregir y añadir volumen a zonas como pómulos, ojeras y labios. Encima de estos beneficios de reestructuración, otorga hidratación y una mejorada textura. Los resultados del tratamiento se comienzan a notar inmediatamente y tienen una duración de entre 1 año y medio y 2 años duración entre 1.5 a 2 años.