El ultrasonido microfocalizado de alta intensidad (HIFU, por sus siglas en inglés) se utiliza para reducir las arrugas y mejorar la flacidez de la piel mediante la energía ultrasónica que trabaja varias capas de la piel hasta el músculo.
El resultado es un efecto “lifting” sin cirugía, ya que estimula la producción de colágeno y elastina de forma prolongada, fortaleciendo la piel desde dentro hacia fuera. Una de sus características que lo distinguen de otras tecnologías es la profundidad de su alcance, ya que la contracción de los músculos faciales producen un efecto “lifting” inmediato. El tratamiento consiste en 3 sesiones cada 4 semanas, con la posibilidad de reforzar sus efectos luego de 1 año.